martes, 15 de junio de 2010

· Me gustaba como aparecías cuando ya te daba por perdido. - TC

(Uno)



Lunes y tan oscuro a las tres de la mañana. 
En mí, y en esta puta cama sólo quedan posados recuerdos y todo está más borroso que nunca. Ciertas horas donde mi subconsciente sólo ve cosas buenas en cada uno de los soplos de aire fresco que puedan correr por una habitación herméticamente cerrada. Ciertamente, esto hace que todo lo que pienso no se pueda escapar, y entonces me encierro pensando en tí. 











                Todo lo que no me gusta de tí:

· Escuchar tu respiración, pausada. 
Parece una tontería, pero siempre me tranquilizó que tu respiración no fuera ni fuerte ni acelerada, creo que la recuerdo casi tan bien como tu voz. 

· Tu olor a tabaco. 
Siempre lo odié. Ese olor a tabaco mezclado con colonia... Pero hace tiempo que no forma parte de mí, porque hace tiempo que no estoy contigo.

· Tu cara iluminada bajo el fuego de un mechero. 
Sentía que cuando se iluminaba, a través de tus ojos podía ver lo que hay dentro de tí. Ahora me conformo con simplemente verte a tí. 
Y...¿sabes? tus labios se iluminaban simétricos.

· También me gusta recordar cómo me sonreías;  Haciéndome partícipe de tus juegos, desafiándome para que jugara contigo, sacándome de quicio, cuando discutíamos pero sólo yo me enfadaba, cuando salías corriendo y me dejabas atrás, cuando me hacía una pequeña bola y me dabas un beso en el milímetro de mejilla que sobresalía para que saliera y viera tu puta sonrisa.

· Me gustaba cómo me pedías perdón. Cogiéndome del brazo y ladeando la cabeza. A la izquierda.

· Tu letra. Siempre fuí muy pesada, pero me quedaba atontada viéndote escribir, moviendo tan suave la mano, sin hacer presión, parecía que el papel estaba predestinado a escribir "Gilipollas" sólo si tú lo escribías. Tan zurdo para todo.

· Recuerdo tus manos mejor que las mías propias. Y recuerdo todas y cada una de las veces que simplemente posé mi mano sobre la tuya para que se me cayeran los dedos y se entrelazasen con los tuyos. 

· Me gustaba la forma

· Me gustaba como aparecías cuando ya te daba por perdido. Cuando menos te lo esperas, sonriéndome y adueñándote de mi mirada. 

· Me gustaba cuando me tratabas con cuidado, mirándome cómo si fuese simplemente un cristal a punto de reventar.

· Me encanta como pronuncias mi nombre

· Me gustaba cuando me cogías por la cintura para no dejarme escapar. Ciertamente, sé que no sabes nada de todo lo que pueda pensar de tí, y dudo que lo sepas en un futuro. 

· Me gustaba cuando preguntabas, vacilabas, jugabas, engañabas, mirabas, sonreías, eras sincero, indeciso, tierno o muy niño. Pero siempre fuiste más bien un puto cabrón impredecible. 




            Y ahora, perdóname, por todo esto.