domingo, 17 de mayo de 2015

Perder lo más preciado que tenemos. Perder los besos que no damos. - EVdMT






Y estaba satisfecha incluso de mis errores hasta el momento, pero por una extraña razón, algo dentro de mí decidió apoderarse de la cordura que hasta entonces me mantenía en pie.

Decidí plantarme frente a  él. 
El problema fué que simplemente lo decidí.

Me llené de ganas insaciables, de palabras inverosímiles, traté de convencerme de que debía hacerle sentir lo mismo.Fue entonces, cuando decidí esconderme y hacer de mis sentimientos un cúmulo de ilusiones.

Justo cuando más trataba de huír, de esconderme, de perder dignamente el valor... Apareció. 
Haciendo que no sólo se me paralizara la sangre, si no cortándome la respiración y dejándome sin aliento. Que triste, que ni el ridículo fui capaz de hacer gracias a los temblores de mi cuerpo.

Sabía que debía enfrentarme al pasado cara a cara, que debía enfrentarme a él. Tendría que sacar fuerza, valor, crecer, poner las cartas sobre la mesa. Necesitaba de una vez por todas llevar las riendas de mi vida, liberarme de esta angustia y completar este vacío.
Salir de todo el pánico que él había causado en mis huesos.


Simplemente me bastó con decirle que disfrutase, que es lo que nos queda, vivir.
Que no se preocupase, ni tratase de seguir un guión, que al final, la vida sólo es la prisa que nos lleva a cruzar en rojo.

Me di cuenta, de que conmigo sólo perdía el tiempo, y eso, si que es una pena. Perder lo más preciado que tenemos. Perder los besos que no damos.


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